Sin duda, lo que mejor se conoce es lo que uno ha vivido. O andado.
Después de la investigación de rigor para diseñar una ruta, siempre quedan variantes que debes saber distinguir sobre el terreno y escoger la más adecuada. Así nos pasó a nosotros en la marcha del domingo día 22. Proyectamos un itinerario, de acuerdo con los datos recogidos, pero, después, sobre el terreno, te vas dejando llevar y, al final, te desvías y buscas la salida más a mano, con tal de no desandar el camino andado. Eso nos llevó, en un punto, por una variante que, si bien no modificó mucho el itinerario, nos restó algo de seguridad a quienes hacíamos de guía y generó, por ello, alguna ”protesta” cuando aumentaba un poco la dificultad.
El circuito comienza en la Cantolla, un pueblo del municipio de Miera, situado a 250 mts. de altitud. Un indicador, a la derecha, a la entrada del pueblo nos informa de un camino que se dirige a los Pozos de Noja. Este será el punto más alto del recorrido, 750 mts. El circuito se completa por la parte Sur de Peña Herrera, gran parte por carretera asfaltada que va uniendo pequeños pueblos como La Maza, La Cárcoba, Irías, para terminar, por una senda de monte, nuevamente en La Cantolla.
El camino discurre, en su primera parte, por un estrecho valle, entre el macizo de Peña Pelada, El Castrejón, Castroliva y Guspedroso, y el de Peña Herrera, o Las Enguinzas, la Esquenta y Peña de Los Lobos. Va ascendiendo por un terreno bastante accidentado, casi todo él empedrado, sin pérdida, ciertamente, hasta llegar al Hoyo de Castrejón, una verde y cuidada hondonada, poblada de cabañas merachas, con sus cerraduras típicas, separando fincas y delimitando caminos. No sabríamos decir cuántas cabañas hemos contado a lo largo del recorrido. Pero eran muchas.
Esta hondonada conviene pasarla por la parte alta de su ladera oeste, aunque también se la puede atravesar por el medio, por el fondo. Nuestra información previa nos decía que deberíamos coger una camino que sigue desde esa parte alta, para, en una suave ascensión, llegar hasta un cruce, a la altura del más grande y alto de los lagos. Nosotros nos despistamos y cogimos otro camino que, descendiendo bruscamente, nos acercó al primero de los lagos, no sin antes tener que recuperar la altura perdida. Pero no fue gran cosa el despiste.
Junto al lago mayor, comimos y, enseguida iniciamos el descenso que, como decimos, enseguida coge una carretera asfaltada, que va recorriendo los lugares de Sopeña, El Puyo, La Maza y La Cárcoba. En este último pueblo, y nada más pasar junto a su iglesia, cogemos una desviación a la izquierda que nos lleva hasta el último núcleo del recorrido: Irías. Sin atravesar del todo este barrio, cogemos un camino, bien señalizado, a la izquierda, que nos encamina a La Cantolla. Ya no hay asfalto y sí una senda por la falda de Juntarnosa, Solmancio y Ucabado, entre avellanos, zonas descubiertas o bordeando un pinar, hasta asomarnos a nuestro destino: La Cantolla.
Todo este itinerario recorre una distancia aproximada de 15 kms. Salva un desnivel máximo de 500 mts., con una pendiente media del 8%.
Este es el esquema de nuestro recorrido:
Un emblema un tanto artificial, pero inconfundible, de la Cantolla
Después de dejar los coches en la amplia Plaza del Pueblo, retrocedemos hasta la entrada
Cogemos el camino que, al subir al pueblo, queda a la derecha
Al principio, el piso es de hormigón, es uno de los tramos de más pendiente
Para pasar, enseguida, a suelo de tierra
Y, un poco más adelante, a camino empedrado, que nos acompañará hasta casi la mitad del recorrido
A veces, entre avellanos
Otras, entre piedras y más piedras
Con Peñas Rocías, medio escondido, al fondo, observando
Y Las Enguinzas, descaradamente controlando de cerca
Sin dejarnos "amedrentar", tomamos un tentempié, haciéndole frente
Reanudada la ascensión, nos asomamos al apacible Hoyo de Castrejón
Imágenes como ésta, infinitas, a lo largo de todo el recorrido
Desde la parte más alta, después de atravesar la hondonada, se nos descubre un magnífico panorama
Con las estribaciones del Castrejón, de frente, nos empeñamos en descender
Cogemos camino, a la izquierda, por la ladera de la Peña de La Maza
Llegamos al más bajo de los lagos
Remontamos, salvando un barranco y zigzagueándo
Para encontrarnos con el Lago superior y esta vista que, lo prometemos, no es un montaje
Comimos junto al lago, al sol, y buscando un poco el socaire
Desde lo alto del Hoyo Castrejón podíamos haber cogido mejor camino, pero no fue para tanto el fallo
Por el de la derecha hubiéramos venido de seguir el mencionado camino
El paisaje se repite, terreno de pastos ganado a las rocas, cerraduras de piedra, cuadras para el ganado
Por esta parte, son Castrovalnera, El Picón de la Miel y Torcaverosa quienes nos acompañan, a lo lejos
También el Picón del Fraile
Hace su aparición el asfalto, que nos hará más fácil el prolongado descenso
También Porracolina se asoma al espectáculo, del que sin duda, además, forma parte
Pasamos por La Maza
Poco después por La Cárcoba, con su sólida iglesia
A poco de pasar la iglesia, nos salimos de la carretera cogiendo una desviación a la izquierda
Las primeras casas de Irías, al caer de la tarde. Al fondo, nuestro punto de paso
Sin terminar de atravesar Irías, nos desviamos a la izquierda
El camino va faldeando
O bordeando un pinar
Para, al final, asomarnos, dominadores, sobre La Cantolla
Objetivo alcanzado.
Ni que decir tiene que tuvimos un día espectacular. Este reportaje da fe de ello.