El día amenaza lluvia, aunque en algunos momentos, sale tímidamente el sol.
La ruta comienza en el Alto de Hijas, en la carretera de San Felices de Buelna a Puente Viesgo. En el mismo Alto, arranca una desviación, a la derecha, que se dirige a Cohiño. Pero, apenas a unos veinte metros, cogemos un ramal a la derecha, donde dejamos los coches.
En ese punto arranca una pista forestal que seguimos, desechando alguna desviación con que nos encontramos. La pista discurre entre eucaliptales y pinares, hasta llegar a zona abierta, donde tenemos que pasar un cierre de alambrada. Aquí arranca un cordal, con altibajos, que culmina en el Cuera.
Siguiendo algunas rodadas, ascendemos suavemente, pudiendo optar por dos alternativas, o seguir cumbreándo, o coger cualquiera de las sendas de ganado que discurren, por la ladera izquierda, hasta llegar a un collado, llamado Campo de las Cercas. En ese collado, hay un rústico refugio que encontramos bastante bien aseado.
A partir de ahí, siguiendo rodadas o simplemente campo a través, ascendemos directamente hasta llegar la cumbre.
A medida que nos acercábamos a ella, el cielo se cierra y comienza una suave lluvia que no nos abandonará. Aprovechamos el refugio para comer a subio.
El recorrido total es de unos 9 kms. salvando un desnivel de 520 mts.
Esta es la localización de la zona
Y este el esquema de nuestro recorrido
Arrancamos por esta pista cercana a la carretera
Esta pista forestal suele tener mucho barro
En la parte baja, eucaliptales, más arriba pinares
Salimos a campo abierto
Nos asomamos al Polígono de Barros, en el Valle de Buelna. Al fondo la Sierra de Íbio
Se camina fácilmente, sin necesidad de sendas marcadas
Hemos cogido la media ladera para evitar seguir ascendiendo
Salimos del Refugio, avistando, al fondo, la cumbre
La ascensión sigue abierta, sin necesidad de seguir senda alguna
En la cumbre, abrigados, cumplimos con la foto de rigor y nos apresuramos a descender
El Pico La Capía, nuestro Dobra, que siempre atrae nuestra vista
El Valle de Buelna perdió el sol
La lluvia no nos abandonó hasta culminar el regreso, que hicimos por el mismo camino