Domingo, 5 de Diciembre de 2010.
Según teníamos anunciado, nuestra idea inicial era hacer la travesía desde la Collada de Carmona hasta la Caseta Forestal de Zarceillo. Sin embargo, una vez en Cabuérniga, viendo el cariz que tomaba la climatología (agua y viento, además de la nieve que encontraríamos en las alturas) y considerando que en Zarceillo no íbamos a encontrar cobijo, ya que la caseta suele estar cerrada, decidimos cambiar el itinerario y dirigirnos a la vecina Braña de Bucierca, donde sí tendríamos refugio y, desde donde podríamos, plantearnos otras metas (Fonfría, La Jazona, etc.)
Dejamos, por tanto, el coche donde comienza la pista que conduce a Bucierca. La temperatura era buena. El viento del Sur pero no caliente. La pista limpia. Si uno se concentraba un poco, podía comprobar cómo, al principio, dominaba en el ambiente el fragor del río que bajaba impetuoso, por encima del rumor de las copas de los árboles, mecidas por el viento, para ir, poco a poco, invirtiéndose los ruidos, pasando paulatinamente a dominar el zumbido del viento entre las ramas de los árboles, llegando, en algunos momentos a convertirse en verdadero estruendo que hacía desaparecer del oído el ruido del río.
A los dos tercios de la subida, alcanzamos la nieve, que pisamos, hasta llegar a la misma cabaña de la braña, donde, curiosamente, apenas quedaba nieve alrededor. Se conoce que, al estar el terreno más despejado y expuesto a los vientos, el Sur de la noche anterior había trabajado de lo lindo para sustituir la nieve por barro, que era lo que abundaba en las inmediaciones.
Por lo demás, este marcha ofreció pocas novedades sobre la anterior de marzo de este año. Únicamente que, en esta ocasión, el vendaval nos impidió continuar ascendiendo por encima de la cabaña de Bucierca. Optamos, sabiamente, por volvernos y comenzar el retorno.
Para los datos de esta marcha, así como otras consideraciones, nos remitimos a lo expuesto en la descripción de la citada marcha que hicimos el pasado 13 de Marzo.
Esta es la localización de la zona
Y este el esquema de nuestro recorrido
Comenzamos las "regüeltas" que, sin darnos apenas cuenta, nos iban transportando hacia arriba
Comenzamos las "regüeltas" que, sin darnos apenas cuenta, nos iban transportando hacia arriba
No daríamos abasto si intentásemos recoger todos los árboles singulares del bosque
Del Este al Oeste, o viceversa, de Norte a Sur, o al contrario, la pista sigue zigzagueándo
Vamos llegando al nivel de las primeras nieves, que ya divisamos al fondo
La visibilidad no es de largo alcance, pero suficiente como pra contemplar las cumbres que nos rodean
Volvemos la vista atrás para distinguir a Saja entre el follaje.
Nuestra pista sigue limpia. El viento ha barrido la hojarasca hasta la cuneta
El sol, a codazos, quiere abrirse paso entre las nubes, pero aún no lo consigue del todo
¡Al fin, nieve de verdad!
El sol sigue pujando para quitarnos la nieve
Al llegar a la braña, por fin, el sol gana y nos ofrece una impresionante vista, al fondo
El verde de la fachada no compensa lo tosco e informe de la construcción
Pero el cobijo que dan este tipo de cabañas siempre es de agradecer
Si se empeña el vendaval, acaba vaciando el pilón
Decidimos el retorno, volviendo sobre nuestros pasos
Aunque el camino parece un paseo, como siempre, esta bajada se nos hace un poco larga
Pero completamos un buen día de agradable marcha