Domingo, 18 de Marzo de 2012.
Seguimos ventilando la lista de intentos fallidos. La vez anterior, la niebla nos jugó una mala pasada, de tal forma que, ni con brújula nos orientamos.
El día se anunciaba inestable, pero prometía, a la hora de salir. Y cumplió las expectativas. Tuvimos de todo, nublado, sol, vientecillo, granicillo, temperatura aceptable, nieve de la noche anterior.
La ruta prometía y respondió a nuestros cálculos, terreno variado, altitud, panorámicas amplias. Y se trataba de un circuito cerrado, con partida y llegada al mismo punto, conociendo, así, más alternativas.
Llegar hasta el pie del Tambuey, lo mejor es hacerlo por la pista que lleva a la Venta Vieja y Colsa, saliéndose de ella cuando el estacado está más cerca. Una vez en el punto más alto de nuestra ruta, lo demás es cumbrear, buscando las vueltas en los últimos tramos de cada cumbre. Así, del Tambuey pasamos al Alto de Los Cabreros, al Mediajo Buelna, después, para terminar en el Coterucu del Berrón. Una vez en este punto, desandamos un poco el camino, bajando hasta un pequeño collado, desde donde empezamos el descenso, dirección Este, buscando el camino real que sube de Bárcena Mayor y termina en Ozcaba.
El descenso lo iniciamos bajando primero a media ladera, en dirección Noreste, si bien la preocupación por alejarnos demasiado de nuestro objetivo (Venta Mobejo y Ozcaba) nos hizo abandonar esa dirección, “tirándonos a cañón” hacia el fondo del barranco del Queriendo, por donde intuíamos que subía el camino real, encontrándonos con unos invernales, donde paramos a comer. A continuación, y por la parte alta de un pinar de plantación que ocupa la zona, por un sendero entretenido, con bajadas y subidas y varios vados, llegamos hasta la Casa de Avellaneda, de aspecto muy abandonado, por cierto, punto en que nos encontramos definitivamente con el camino real que nos llevaría hasta la Venta Mobejo y Ozcaba.
La distancia total a recorrer es de 13,5 kms. con un desnivel acumulado de 400 mts,, 200 hasta Tambuey y 200 desde la Casa de Avellaneda, el punto más bajo del recorrido.
Seguimos ventilando la lista de intentos fallidos. La vez anterior, la niebla nos jugó una mala pasada, de tal forma que, ni con brújula nos orientamos.
El día se anunciaba inestable, pero prometía, a la hora de salir. Y cumplió las expectativas. Tuvimos de todo, nublado, sol, vientecillo, granicillo, temperatura aceptable, nieve de la noche anterior.
La ruta prometía y respondió a nuestros cálculos, terreno variado, altitud, panorámicas amplias. Y se trataba de un circuito cerrado, con partida y llegada al mismo punto, conociendo, así, más alternativas.
Llegar hasta el pie del Tambuey, lo mejor es hacerlo por la pista que lleva a la Venta Vieja y Colsa, saliéndose de ella cuando el estacado está más cerca. Una vez en el punto más alto de nuestra ruta, lo demás es cumbrear, buscando las vueltas en los últimos tramos de cada cumbre. Así, del Tambuey pasamos al Alto de Los Cabreros, al Mediajo Buelna, después, para terminar en el Coterucu del Berrón. Una vez en este punto, desandamos un poco el camino, bajando hasta un pequeño collado, desde donde empezamos el descenso, dirección Este, buscando el camino real que sube de Bárcena Mayor y termina en Ozcaba.
El descenso lo iniciamos bajando primero a media ladera, en dirección Noreste, si bien la preocupación por alejarnos demasiado de nuestro objetivo (Venta Mobejo y Ozcaba) nos hizo abandonar esa dirección, “tirándonos a cañón” hacia el fondo del barranco del Queriendo, por donde intuíamos que subía el camino real, encontrándonos con unos invernales, donde paramos a comer. A continuación, y por la parte alta de un pinar de plantación que ocupa la zona, por un sendero entretenido, con bajadas y subidas y varios vados, llegamos hasta la Casa de Avellaneda, de aspecto muy abandonado, por cierto, punto en que nos encontramos definitivamente con el camino real que nos llevaría hasta la Venta Mobejo y Ozcaba.
La distancia total a recorrer es de 13,5 kms. con un desnivel acumulado de 400 mts,, 200 hasta Tambuey y 200 desde la Casa de Avellaneda, el punto más bajo del recorrido.
Esta es la localización de la zona
Y este el esquema de nuestro recorrido
La ligera nevada de la noche anterior ofrecía este aspecto en el punto de partida
Dejamos a un lado el ramal de la pista que se dirige a la Braña Espina, para cojer el que va a Colsa
La serie de cumbres que pensamos recorrer: Tambuey, Alto Cabreros y Mediajo Buelna
A la otra mano, a nuestros pies, la Braña de Espina de Placencia, soleada, en ese momento
Abandonada la pista y traspasado el estacado, ascendemos, directos, al Tambuey
Desde donde contemplamos todo el cordal bien enfilado
El Alto de Los Cabreros es el primer plato
Los danzantes de "El Séptimo Sello" abordan el segundo plato
No son muy abundantes los riscos en esta zona, pero hay alguno. Al fondo, la Sierra de Peña Sagra nos oculta los Picos de Europa
"¿Dónde se habrá quedado la perruca?"
Saludamos a Gonzalo, recuperado para el grupo, después de mucho tiempo (¿Por cuánto?)
Después del Coterucu, descendemos, evitando, en lo posible los cortados
Volvemos la vista atrás, hacia el pequeño collado, al pie del Coterucu, desde donde iniciamos la bajada
Lo cambiante del día ofrecía estos contrastes
El miedo a desviarnos demasiado de nuestro destino nos precipitó a este pedregal
Y a bajar "a cañón", inventándonos senderos inexistentes, en dirección al fondo del barranco
Nadie nos abrió las puertas y tuvimos que comer sentados en la calleja
Agradecidos, a pesar de todo, volvemos la vista atrás para grabar este paraje en nuestra memoria
Al otro lado de la pared y por la parte alta del pinar, nos reencontramos con el sendero
Saliendo del pinar, vadeamos algún arroyo
Y nos adentramos en un ralo hayedo
Hasta avistar la Casa de Avellaneda, parte de cuyo tejado nos suplicaba un arreglo. Otro día será
Al fin, encontramos el camino que, viniendo de Bárcena Mayor, nos llevará hasta Ozcaba
Seguimos vadeando arroyos
A contraluz, nos acercamos al último vado
Pasamos por detrás de la Venta de Mobejo
Refugios para el ganado, prefabricados, como éste, son frecuentes en esta zona de duros inviernos
Caminar entre estos praderíos, al atardecer, produce una sensación de paz inenarrable
Este "surtidor" vegetal, en medio del bebedero, ha secado todos los caños
Como si de un rayo láser se tratara, el chorro de vino ilumina esta escena de camaradería