Domingo, 13 de Febrero de 2011.
La marcha de esta día estuvo llena de imprevistos y demasiado condicionada por la climatología. Estaba previsto ascender, desde el Collado del Asón al Cerro Largo, pero, al final, sustituimos esta ascensión final por hacer el circuito del hoyo Hondojón.
En primer lugar, no llegamos en coche hasta el mismo Collado, ya que, al estar la carretera cortada, por obras, tuvimos que dejarlo, por precaución, a unos dos kilómetros del final. Hicimos este trayecto a pie, atajando por senderos del monte.
La climatología, de acuerdo con lo anunciado, presentó viento por la mañana y agua por la tarde. Pero no pensábamos que el viento iba a ser tan fuerte. De tal manera que, en todo el tramo hasta Brenavinto y Brenalengua, el viento era totalmente de cara y muy, muy fuerte. Fue el peor tramo de la marcha.
Ascendimos hasta el Alto del Pozo, pero la cumbre del Cerro Largo, con nieve, se nos antojó “inaccesible”, teniendo en cuenta el vendaval que seguiría castigándonos de frente y completamente al descubierto. Desistimos de la ascensión.
Llegados a El Pozo, optamos por continuar, descendiendo por el sendero que lleva hasta el Hondojón, posteriormente a Hojón, para asomarnos sobre las cabañas de Horneo, una vez dejados atrás Los Campanarios, y bajar hasta el Collado de inicio. Un circuito completo, rodeando El Coladero, las Peñas de Maza y los mencionados Campanarios.
Una vez bajado hasta el valle, desistimos de acercarnos al Hondojón, propiamente dicho, ya que el viento empezaba a amainar y amenazaba lluvia. Instintivamente, cogimos un paso muy ligero, solamente interrumpido para buscar refugio donde comer, en alguna de las cabañas de Hojón. La última de ellas estaba abierta, “la profanamos”, comimos y reanudamos la marcha apresuradamente. Ya había empezado a llover. El agua nos acompañó hasta el coche.
Con todo, la marcha resultó muy bonita, con muchas alternativas. El paisaje, muy accidentado y variado. El camino por pista, por llano, por bosque, por senderos, por zonas de pasto. Y, todo muy bien señalizado.
La distancia total recorrida vino a suponer unos trece kilómetros. Y el desnivel hasta el punto más alto, el Alto de El Pozo, unos seiscientos metros. Ello sin contar el tramo de carretera, que también fue cuesta arriba.
La marcha de esta día estuvo llena de imprevistos y demasiado condicionada por la climatología. Estaba previsto ascender, desde el Collado del Asón al Cerro Largo, pero, al final, sustituimos esta ascensión final por hacer el circuito del hoyo Hondojón.
En primer lugar, no llegamos en coche hasta el mismo Collado, ya que, al estar la carretera cortada, por obras, tuvimos que dejarlo, por precaución, a unos dos kilómetros del final. Hicimos este trayecto a pie, atajando por senderos del monte.
La climatología, de acuerdo con lo anunciado, presentó viento por la mañana y agua por la tarde. Pero no pensábamos que el viento iba a ser tan fuerte. De tal manera que, en todo el tramo hasta Brenavinto y Brenalengua, el viento era totalmente de cara y muy, muy fuerte. Fue el peor tramo de la marcha.
Ascendimos hasta el Alto del Pozo, pero la cumbre del Cerro Largo, con nieve, se nos antojó “inaccesible”, teniendo en cuenta el vendaval que seguiría castigándonos de frente y completamente al descubierto. Desistimos de la ascensión.
Llegados a El Pozo, optamos por continuar, descendiendo por el sendero que lleva hasta el Hondojón, posteriormente a Hojón, para asomarnos sobre las cabañas de Horneo, una vez dejados atrás Los Campanarios, y bajar hasta el Collado de inicio. Un circuito completo, rodeando El Coladero, las Peñas de Maza y los mencionados Campanarios.
Una vez bajado hasta el valle, desistimos de acercarnos al Hondojón, propiamente dicho, ya que el viento empezaba a amainar y amenazaba lluvia. Instintivamente, cogimos un paso muy ligero, solamente interrumpido para buscar refugio donde comer, en alguna de las cabañas de Hojón. La última de ellas estaba abierta, “la profanamos”, comimos y reanudamos la marcha apresuradamente. Ya había empezado a llover. El agua nos acompañó hasta el coche.
Con todo, la marcha resultó muy bonita, con muchas alternativas. El paisaje, muy accidentado y variado. El camino por pista, por llano, por bosque, por senderos, por zonas de pasto. Y, todo muy bien señalizado.
La distancia total recorrida vino a suponer unos trece kilómetros. Y el desnivel hasta el punto más alto, el Alto de El Pozo, unos seiscientos metros. Ello sin contar el tramo de carretera, que también fue cuesta arriba.
Esta es la localización de la zona
Y este el esquema de nuestro recorrido
El viento corta la caída de la cascada y nosotros nos abrigamos de lo lindo
El último tramo de carretera lo hacemos a pie
Iniciamos el camino de Brenavinto
El viento, completamente de cara, nos hace costoso avanzar
Por falta de indicadores que no quede
Nos asomamos el poljé de Brenavinto
No encontramos mucho agua en el fondo del valle
Llegamos a la cabecera, Brenaluenga
Ascendemos, atravesando un abedular
Que, enseguida, es sustituido por un hayedo
Cogemos altura y divisamos, al fondo, la Colina, con su cumbre achatada
Y, de frente, encaramos el Cerro Largo, La Mota Primera y, detrás, Mota La Fuente
Y, a tiro de piedra, El Picón del Fraile
Por algo le llaman La Cabaña del Pozo
A partir de ahora, el camino es una senda estrecha, pero bien marcada
Y muy bien señalizada
La estructura escalonada de los cordales ofrece, continuamente, pared de abrigo por uno de los lados
Llegamos al fondo del valle y vemos atrás lo que será el Hondojón
Las primeras cabañas de Hojón
Por fin encontramos una abierta, donde refugiarnos un poco y comer
Porque, al salir, ha parado el viento y ha empezado a llover. El "90" es para el cartero, suponemos
Cogemos una senda que, enseguida, nos asoma a las cabañas de Horneo, inicio de nuestra ruta
Y el punto final de nuestro circuito
Al despedirnos de la cascada, el viento ha parado y cae majestuosamente