Domingo, 5 de Jumio de 2011.
El Alto Candina es un macizo rocoso situado entre el Valle de Liendo y la Ría de Oriñon, en la desembocadura del Río Agüera. Pero, sobre todo, asomado temerariamente sobre el Mar Cantábrico. El Alto Salpico, con 486 mts., tiene casi tanta altura como distancia a la línea de costa. De ahí que, tanto sus vistas, como sus acantilados, sean tan espectaculares.
Nos acercamos por la Autovía A-8 hasta la salida de Liendo y Oriñón y cogemos la dirección de este último. A poco más de 1,5 kms. encontramos un aparcamiento donde dejamos los coches. De ahí mismo sale el sendero que nos adentrará en el macizo.
El primer tramo es una ascensión a un collado desde el que tenemos una primera visión del macizo. A continuación bajamos, bordeando la Hoya Tueros, por el Este, atravesando una zona de bosque. El camino se vuelve a empinar, saliendo del bosque y, después de varios zigzags, a media ladera, alcanza otro pequeño collado, desde donde volvemos a bajar un trecho corto para, nuevamente, a media ladera, bordear la Hoya Falluengo y alcanzar un nuevo collado que tiene como referencia una tortuosa encina que da paso a una nueva hoya, la de Llandesagú. Aquí paramos un poco para reponer fuerzas.
A continuación, otra vez a media ladera, al pie de la peña donde se encuentra la cumbre del Candina, llegamos a una pista y unos restos de edificaciones de una antigua explotación minera. Remontando por esa pista, en su parte alta encontramos un letrero que nos indica la dirección del Alto Candina que nosotros desechamos, y seguimos la pista, descendiendo hasta Hoya Negro. Aquí el grupo se divide en dos. Unos optamos por continuar y ascender al Alto Salpico y otros van a “coger sitio” en los Ojos del Diablo, donde nos juntaremos para comer.
El regreso es por el mismo camino de la ida.
El recorrido es de unos siete kilómetros. El desnivel total de unos 370 mts.
Sólo por la proximidad al mar, que se observa en el esquema, como por las fotos, se adivina que el conjunto del macizo tiene que ser impresionante.
El Alto Candina es un macizo rocoso situado entre el Valle de Liendo y la Ría de Oriñon, en la desembocadura del Río Agüera. Pero, sobre todo, asomado temerariamente sobre el Mar Cantábrico. El Alto Salpico, con 486 mts., tiene casi tanta altura como distancia a la línea de costa. De ahí que, tanto sus vistas, como sus acantilados, sean tan espectaculares.
Nos acercamos por la Autovía A-8 hasta la salida de Liendo y Oriñón y cogemos la dirección de este último. A poco más de 1,5 kms. encontramos un aparcamiento donde dejamos los coches. De ahí mismo sale el sendero que nos adentrará en el macizo.
El primer tramo es una ascensión a un collado desde el que tenemos una primera visión del macizo. A continuación bajamos, bordeando la Hoya Tueros, por el Este, atravesando una zona de bosque. El camino se vuelve a empinar, saliendo del bosque y, después de varios zigzags, a media ladera, alcanza otro pequeño collado, desde donde volvemos a bajar un trecho corto para, nuevamente, a media ladera, bordear la Hoya Falluengo y alcanzar un nuevo collado que tiene como referencia una tortuosa encina que da paso a una nueva hoya, la de Llandesagú. Aquí paramos un poco para reponer fuerzas.
A continuación, otra vez a media ladera, al pie de la peña donde se encuentra la cumbre del Candina, llegamos a una pista y unos restos de edificaciones de una antigua explotación minera. Remontando por esa pista, en su parte alta encontramos un letrero que nos indica la dirección del Alto Candina que nosotros desechamos, y seguimos la pista, descendiendo hasta Hoya Negro. Aquí el grupo se divide en dos. Unos optamos por continuar y ascender al Alto Salpico y otros van a “coger sitio” en los Ojos del Diablo, donde nos juntaremos para comer.
El regreso es por el mismo camino de la ida.
El recorrido es de unos siete kilómetros. El desnivel total de unos 370 mts.
Sólo por la proximidad al mar, que se observa en el esquema, como por las fotos, se adivina que el conjunto del macizo tiene que ser impresionante.
Esta es la localización de la zona
Y este el esquema de nuestro recorrido
El camino arranca desde el mismo aparcamiento
Enseguida afloran las rocas. Estamos en un macizo todo él de caliza y karst
Llegamos al primer collado
El contraluz de la mañana produce este paisaje plomizo
Superamos la zona de bosque
La Hoya Tueros
Vamos camino de la Hoya Falluengo
Esta gran ladera tiene que ser dura bajo un sol de castigo. Pero este no era su día
Volvemos la vista atrás y reconocemos el camino por el que hemos bajado al pequeño bosque
Con la Hoya Falluengo a nuestra izquierda, buscamos la encina de referencia
Dejada atrás la encina, por esta estrecha senda nos acercamos a otra Hoya, la de Llandesagú
Al pie del Candina, a media ladera, buscamos una pista de una antigua explotación minera
Dejamos atrás restos de algunas construcciones
Seguimos por la pista hasta el fondo de la Hoya Negro
Parte del grupo continúa, buscando el camino del Alto Salpico
Un camino entre rocas cortadas del karst nos lleva hasta otro pequeño collado desde donde divisaremos la costa
Jisus de piedras van señalando el camino
En el Alto de Salpico
De vuelta, en los Ojos del diablo nos reencontramos, comemos y descansamos
La vuelta es rápida
Al bajar, no podemos menos que homenajear a este duelo entre piedra y vida retorcida