Domingo, 19 de Diciembre de 2010.
Las orillas del Río Miera son muy largas. En esta ocasión, pretendíamos recorrer sólo un tramo, el que va desde La Vega (Mirones) hasta Liérganes, bajando por la derecha.
La senda, como decimos, comienza en La Vega. La primera parte discurre al pie de la Peña Yagos, en una estrecha franja, entre ella y el río, hasta llegar a una gran roca, cortada en vertical. A partir de ahí, buscamos, entre todos los caminos que discurren por Angustina, el que no nos haga perder altura, porque pretendemos subir al Picu Levante. Después, bajaremos a la altura de Rubalcaba. Teníamos la opción de cruzar el río y seguir, después, por la carretera. Pero el sol de la tarde, el rumor del río y el verde de los prados que se nos ofrecían delante, por la misma margen, nos inclinó a seguir, sin cruzar el río.
La elección fue acertada a medias. El terreno era llano, el camino bien definido… pero los prados, junto al río, estaban empapados de agua. Hubiese sido más acertado buscar el camino por la parte alta, por la ladera. Además nos encontramos con la “peste” que se está extendiendo por todos los montes de Cantabria: para guardar más cómodamente el ganado de pasto, los particulares están cerrando todos los caminos. Como encontramos mucho barro y alambradas, llegó un momento en que perdimos la paciencia y el grupo se desperdigó (algo que no nos suele ocurrir) buscando alternativas supuestamente más cómodas.
Pero, la sangre no llegó al río. En realidad no había pérdida. Y nos agrupamos en el lugar de destino: Liérganes.
A destacar la subida al Picu Levante, un mojón de 415 mts. de altitud, muy aéreo, desde el que las vistas son grandiosas.
El recorrido total es de diez kilómetros y medio. Y el desnivel total de 270 mts, si bien nos plantamos al pie del Picu a falta de tan sólo 120 mts. de subida. La bajada hasta Rubalcaba es rápida y, después, hasta Liérganes, completamente llana.
Esta es la localización de la zona.
Y este el esquema de nuestro recorrido.
Todo este tramo del camino lo hacíamos a la sombra de la mañana, bien abrigados
El sol, que hace tiempo se ha despertado, ya ilumina las peñas del horizonte
Es corriente, por estos lares, encontrar caminos empedrados que nos recuerdan a las calzadas romanas
Camino de Angustina, cogemos uno de tantos caminos asfaltados como hay en este valle.
Volvemos la vista atrás para contemplar la Peña Yagos y la peñona bajo la cual hemos pasado
Y, mirando hacia delante, vemos el "caprichoso" Picu Levanti que nos espera tentador
Toda esta parte de las montañas del Miera está plagada de roquedos en la parte alta del Valle.
A medida que cogemos altura, dejamos a nuestros pies las hermosas brañas de Angustina
El caprichoso Picu nos obliga a trepar usando pies y manos
La cumbre es minúscula y no cabemos todos
Algunos se quedan en la antesala
Son tantas las vistas que no sabemos por dónde empezar la contemplación. Santander, al fondo
Porracolina y el Picón del Fraile, al Sur
El refugio no es de lo más idílico. ¡Así se "recontruyen" las cabañas típicas!
Pasamos por debajo dle Picu que nos despide orgulloso
Bajamos rápido, directos a Rubalcaba
Camino agradable, con el sol de la tarde
El puente de Rubalcaba, romano sólo de estilo, primo hermano de otros de la zona
Parece un campo de golf, pero era una esponja
A partir de esas casas comenzó el desconcierto y nos dividimos en varios grupos
En venganza, no sacamos más fotos hasta el Puente Mayor de Liérganes (de la misma familia que el anterior)
Y, con el último sol de la tarde, buscamos un chocolate (sin churros) y nos volvimos a casa