A Belmonte, uno de los pueblos más altos de Cantabria (1.026 mts.), se llega por la carretera S-224, de Puentenansa a Piedrasluengas, cogiendo una desviación a la derecha, un kilómetro después de pasar Pejanda, en el Valle de Polaciones. Una vez cogida la desviación, en dos kilómetros nos ponemos en el pueblo.
El Hoyo de los Lobos (1.486 mts.), junto con otras alturas, forma parte de un cordal que arranca de las estribaciones del Cornón de Peña Sagra, desde el Collado de las Invernillas, en dirección Sur, pasando por el Cueto de los Callejos y La Portilla de las Brañas, hasta llegar a Los Cuetos del Agua. Este cordal sirve de divisoria de aguas entre el Valle de Polaciones y el lebaniego de Valdeprado. Del lado de Polaciones, los pueblos más cercanos son Cotillo y Belmonte, y del de Liébana, Lamedo.
La marcha es circular, partiendo de Belmonte y volviendo al punto de partida, pero por camino diferente. El punto más alto es el mencionado Hoyo de los Lobos, una pequeña braña situada al pie de Los Cuetos del Agua y que es de donde parte el camino de bajada y regreso.
Llegamos a Belmonte, hasta una pequeña plaza donde está situada la Iglesia. Ahí dejamos los coches.
Por la derecha baja una camino que es el que tenemos que coger. Pasamos por un grupo de casas algo separadas del resto, llegamos a una fuente muy coqueta y seguimos descendiendo hasta un puente, sobre un arroyo y, a partir de ahí, comienza la ascensión por un camino con vueltas y revueltas, pero cómodo para caminar. Al fondo vemos siempre el altivo Cornón y las cabañas diseminadas por su falda. Desechamos caminos alternativos que salen a derecha e izquierda, alternamos tramos de bosque con brañas y terreno abierto, siempre en dirección Noroeste, hasta llegar al punto desde el que, por primera vez, avistamos el Valle de Valdeprado: es la Portilla de las Brañas. Siguiendo de frente bajaríamos a Lamedo, pero nosotros cogemos a la izquierda, por la braña, para adentrarnos en bosque, siguiendo el estacado que separa los dos territorios.
Unas veces por la parte de Polaciones y otras por la de Liébana, pero siempre junto al estacado, vamos recorriendo el cordal, en dirección Sur, pasando por el singular Acebal de Lamedo y por un espectacular hayedo, hasta llegar a zonas más despejadas y descender, finalmente, al Hoyo de los Lobos. Aquí comimos.
Desde aquí parte el camino de vuelta, por la ladera del Llan de la Piedra, de paisaje parecido, bosque, ahora de robles, brañas… un descenso pronunciado pero bastante cómodo para bajar y nos presentamos nuevamente en Belmonte, por su parte alta, hasta llegar a la pequeña plaza donde aparcamos los coches.
El recorrido total es de 10,7 kilómetros y el desnivel de 460 mts. Por principio, no controlamos el tiempo que nos llevan las marchas, pero siempre contamos con margen suficiente para parar en el camino y tomar un refresco. Esta vez, paramos en Carmona y llegamos allí antes de las seis de la tarde. Habíamos salido de Torrelavega a las 9 de la mañana.
Este es el esquema-mapa de nuestro recorrido
Y este el plano de situación con la salida y llegada a Belmonte
El Hoyo de los Lobos (1.486 mts.), junto con otras alturas, forma parte de un cordal que arranca de las estribaciones del Cornón de Peña Sagra, desde el Collado de las Invernillas, en dirección Sur, pasando por el Cueto de los Callejos y La Portilla de las Brañas, hasta llegar a Los Cuetos del Agua. Este cordal sirve de divisoria de aguas entre el Valle de Polaciones y el lebaniego de Valdeprado. Del lado de Polaciones, los pueblos más cercanos son Cotillo y Belmonte, y del de Liébana, Lamedo.
La marcha es circular, partiendo de Belmonte y volviendo al punto de partida, pero por camino diferente. El punto más alto es el mencionado Hoyo de los Lobos, una pequeña braña situada al pie de Los Cuetos del Agua y que es de donde parte el camino de bajada y regreso.
Llegamos a Belmonte, hasta una pequeña plaza donde está situada la Iglesia. Ahí dejamos los coches.
Por la derecha baja una camino que es el que tenemos que coger. Pasamos por un grupo de casas algo separadas del resto, llegamos a una fuente muy coqueta y seguimos descendiendo hasta un puente, sobre un arroyo y, a partir de ahí, comienza la ascensión por un camino con vueltas y revueltas, pero cómodo para caminar. Al fondo vemos siempre el altivo Cornón y las cabañas diseminadas por su falda. Desechamos caminos alternativos que salen a derecha e izquierda, alternamos tramos de bosque con brañas y terreno abierto, siempre en dirección Noroeste, hasta llegar al punto desde el que, por primera vez, avistamos el Valle de Valdeprado: es la Portilla de las Brañas. Siguiendo de frente bajaríamos a Lamedo, pero nosotros cogemos a la izquierda, por la braña, para adentrarnos en bosque, siguiendo el estacado que separa los dos territorios.
Unas veces por la parte de Polaciones y otras por la de Liébana, pero siempre junto al estacado, vamos recorriendo el cordal, en dirección Sur, pasando por el singular Acebal de Lamedo y por un espectacular hayedo, hasta llegar a zonas más despejadas y descender, finalmente, al Hoyo de los Lobos. Aquí comimos.
Desde aquí parte el camino de vuelta, por la ladera del Llan de la Piedra, de paisaje parecido, bosque, ahora de robles, brañas… un descenso pronunciado pero bastante cómodo para bajar y nos presentamos nuevamente en Belmonte, por su parte alta, hasta llegar a la pequeña plaza donde aparcamos los coches.
El recorrido total es de 10,7 kilómetros y el desnivel de 460 mts. Por principio, no controlamos el tiempo que nos llevan las marchas, pero siempre contamos con margen suficiente para parar en el camino y tomar un refresco. Esta vez, paramos en Carmona y llegamos allí antes de las seis de la tarde. Habíamos salido de Torrelavega a las 9 de la mañana.
Este es el esquema-mapa de nuestro recorrido
Y este el plano de situación con la salida y llegada a Belmonte
La Iglesia
Camino de salida
Las últimas casas
La fuente
El puente
Cabañas en la falda de la Sierra de Peña Sagra
Un tentempié, a mitad de la subida
El Cornón nos observa, a lo lejos
Seguimos, de frente, nuestro camino
La primera asomá a la Liébana
Si seguimos de frente, bajaríamos a Lamedo
Nosotros torcemos a la izquierda, sin atravesar la Portilla
Acebales, hayedos, todo un espectáculo
Siempre junto al estacado
Poco a poco, nos acercamos a cielo abierto
Al Sur, controlamos nosotros a Peña Labra
Lamedo, ya es Valdeprado, ya es La Liébana
El fondo Curavacas, delante Bistruey, Peña Prieta, Cigal, Camponuera
El Hoyo de los Lobos acoge nuestro descanso
Aquí mismo comienza el descenso, por bosque
Y a cielo abierto
¿Dará este pedrusco el nombre al Llan de la Piedra?
San Mamés
Llegamos a Belmonte por arriba
Y llegamos a la plazuca que fue nuestro punto de arranque
Nunca nos falta momento y sitio donde hacer recuento y tomar un refresco: aquí Carmona
