Grupo de Senderismo del SUC.
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miércoles, 21 de abril de 2010

Circuito: MAZCUERRAS - BRAÑA DEL CEREZO - ALTO DEL CASTRO CEREZO - COTERO LOBO - ALTO DEL TORAL - CASEDEFÓN - MAZCUERRAS

Domingo, 18 de Abril de 2010

Es la segunda vez que buscamos la cumbre del Alto del Toral. La primera lo hicimos por la parte de Ucieda. Esta vez tratábamos de descubrir su otra vertiente, la conformada por las cuencas de dos arroyos, principalmente, la del Pulero y la del Ceceja, ambos con sus afluentes y ambos tributarios del Río Saja. El primero lo hace por Mazcuerras y el segundo por Villanueva de la Peña. Nuestra marcha de este día discurre principalmente por la cuenca del Pulero.

La marcha comienza por una calleja, entre las últimas casas de Mazcuerras, perpendicular a la carretera y frente al puente, sobre el Pulero, situado en la SP – 2002, carretera que une Mazcuerras y Cos. En un aparcamiento junto al puente dejamos los coches, si bien, una vez emprendida la marcha, a unos 250 mts., vemos que hay otro aparcamiento, junto a una fuente y un gran nogal.

Seguimos la calleja (que pronto se convierte en pista de grava) y vamos dejando a ambos lados desviaciones que desechamos. Una de ellas, a nuestra izquierda es la que nos va a traer, de vuelta, para completar nuestro circuito.

Los primeros 1.800 mts. son prácticamente llanos, siguiendo el curso del río, al que escuchamos constantemente en nuestro caminar, y al que cruzamos en varias ocasiones.
Es, llegando a un caserío, situado en medio de una bifurcación, que tomamos por la variante izquierda, cuando empieza la pendiente, que se traduce en una ascensión con vueltas y revueltas, que nos adentra y nos saca, alternativamente, de un largo pinar, al final del cual, llegamos a una braña, la del Cerezo. Aquí paramos para reponer fuerzas.

A partir de aquí, el camino es a cielo abierto, siguiendo rodadas sobre el prado o sendas de ganado que abundan en la zona y que, ascendiendo a media ladera nos llevan hasta la línea de cumbre, divisoria de aguas con los Montes de Ucieda. Siguiendo el consiguiente estacado alcanzamos la cumbre del Toral.

La presencia de un amenazante nubarrón y el aviso de las primeras gotas nos hace precipitarnos en la bajada, sin apenas disfrutar del panorama que este Alto ofrece. Pero fue una falsa alarma.

La bajada la hacemos primero a media ladera y después casi en perpendicular de la línea de cumbre, buscando la referencia de la singular construcción Caserío del Casedefón, una alquería cuadrada, de importantes dimensiones, que tiene un patio interior y que hemos divisado desde varios puntos de nuestra ascensión. Enseguida alcanzamos una pista que, atravesando toda una zona de recientes desmontes efectuados para la repoblación forestal, desciende rápidamente en la dirección deseada. A media bajada paramos para comer en una braña y reposar un poco.

Llegados al Casedefón, después de “profanar” alguna finca particular, saltando sus portillas y cerraduras, cogemos a la izquierda un camino que, perpendicularmente, se dirige en dirección Mazcuerras, al principio bordeando un pinar, y después con varias curvas, hasta llegar a una bifurcación en la que abandonamos la pista de grava para coger, a la izquierda, una bajada abrupta, con piso de tierra y piedras que, después de varias curvas, la última muy cerrada, a la derecha, nos hace reencontrarnos con la pista inicial que nos devolverá al punto de partida.

Junto a los coches, en el bar de enfrente, mientras tomábamos la arrancadera, agradecimos que el suave chaparrón que cayó entonces nos hubiese esperado, respetando nuestro caminar, durante buena parte del recorrido.

En total, la distancia recorrida es de unos quince kilómetros y el desnivel superado de 750 mts.

Esta es la localización de la zona

Y este el esquema de nuestro recorrido

Aparcamos junto al puente del Pulero, frente a este bar

Aunque, a 250 mts. de donde arrancamos nosotros, hay este otro posible aparcamiento

Acabamos de salir del pueblo y la pista ya es de grava

Por este ramal que nos sale ahora a la izquierda volveremos para cerrar el circuito

Una de las veces que cruzamos el río

Ahora el río lo tenemos a la izquierda

El primer sol para nosotros

Momento clave: coger el ramal de la izquierda

Comenzamos a coger altura

El panorama nos empieza a cautivar

Nos adentramos en el pinar

Entre sol y sombra, el grupo consigue reunirse

El panorama se ensancha y las vistas nos transportan a horizontes lejanos

La Sierra del Escudo nos invita a una próxima marcha

Después de la fuerte pendiente, tenemos que reponer fuerzas y recuperar el resuello

Superado el pinar ya todo es a cielo abierto

No podemos evitar pararnos, cada poco, a contemplar el panorama

Como siempre, La Concilla abriendo la puerta del Alto Campóo

Las rodadas y el estacado nos invitan a seguir a derecho

Pero cogemos, a media ladera, senderos del ganado

Llegados a la línea de cumbre, y siguiendo el estacado, El Toral nos aparece al fondo

Nos apresuramos a bajar ante lo oscuro del celaje

Pasada la falsa alarma, nos dirigimos hacia la pista más cercana

Por este destrozo de pista descendemos rápidamente

Buscando un sitio donde comer, cogemos, entre todas las variantes, una desviación a la izquierda

Comimos y descansamos como está mandado

Reanudada la marcha, nos lanzamos pendiente abajo, siguiendo el estacado. Al fondo el Casedefón

Después de saltar una portilla, nos adentramos en finca privada, confiando en que no nos llamen la atención

Aunque no seamos el tren, las vacas nos miran pasar como si lo fueramos

El Casedefón. Aquí viraremos a la izquierda

Seguimos este camino que bordea, por abajo, el pinar

Cuesta abajo caminamos con alegría

Al llegar a una curva hemos cogido un camino de tierra que baja hacia la izquierda

Que, después de varias curvas, alguna muy cerrada...

... acaba conduciéndonos al reencuentro con la pista inicial que nos llevará al punto de partida

Terminamos la jornada en el Bar de enfrente del aparcamiento, asubiando mientras caía un suave chaparrón.