Grupo de Senderismo del SUC.
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jueves, 15 de julio de 2010

PEÑA BISTRUEY o Astruya

Sábado, 10 de julio de 2010

Una marcha brava. Por lo mítico de la montaña, por su altitud (2001 mts.), por el entorno, por la luminosidad del día, por las panorámicas, por el calor. Por todo. No nos podemos quejar.

Partimos desde Caloca, uno de los pueblos más altos de Cantabria. Ganábamos en altura antes de comenzar la marcha. No obstante, el desnivel es de 1.000 mts.

Al principio por pista, hasta unos invernales. Después, por los “praos”, como nos dijeron al salir del pueblo. En realidad, hay camino, pero los propietarios de las fincas colindantes los han cerrado. La senda hay que buscarla entre dos arroyos, la Riega del Sago y La Riega. Mirando atrás vemos la Peña Cigal, erguida, y vamos dejando, a nuestra derecha La Camponuera, el Picu Corcina, y llegamos a Valdebarro, una llanura húmeda, al pie de las Collaíllas, dejando éstas a nuestra derecha. Una de las alternativas es girar bruscamente a la derecha, para llegar a ese collado, y otra, la que escogimos nosotros, subir, como quien dice, a derecho, hasta la fuente donde nace una de las riegas. Desde aquí, y tomando como referencia la estacada divisoria de términos, unas veces por camino más o menos zigzagueante, otras buscándose cada uno la vida, por donde mejor le parecía, y siempre subiendo, llegamos a la cumbre, para alcanzar el paroxismo. Ya subiendo, el panorama, por el Este y el Norte se iba descubriendo solo. La llegada a la cumbre nos aportó las vistas del Sur y Oeste: Curavacas, Peña Prieta, Coriscao… El cielo no estaba del todo limpio, había algunas nubes sueltas, pero dominaba el azul y el sol nos castigaba “amigablemente”.

Comida en un saliente, bajo la cumbre, y bajada.

Aunque hubo cierto desmadre en el grupo, algunos exploramos otro camino distinto del de la subida: la alternativa por encima de Las Collaíllas. El camino discurre, casi horizontal, por la falda del Corcina, hasta encontrarse con otro que llega, desde el Norte, a la Collada de Camponuera y desciende hasta el valle. En este punto, giramos a la derecha y descendemos, siguiendo el nuevo camino, hasta llegar a un rellano, un prao, donde lo dejamos, y buscamos descender más directamente, hasta llegar a La Riega, la cruzamos y volvemos a los praos de la subida. Desde aquí, el resto del camino de vuelta es el que seguimos a la subida.

En total, el recorrido, sobrepasa ligeramente los diez kilómetros.

Esta es la localización de la zona

Y este el esquema de nuestro recorrido

En Caloca, cogemos una pista que nace al final del pueblo

Como dudando, por el sol que hacía, nos entretuvimos un poco en la fuente que queda al final del pueblo

A gusto nos pararíamos en las pequeñas sombras, pero nos quedaba bastante camino por delante

La Peña Cigal asoma imponente por encima de La Cuesta de Caloca

Camponuera vamos dejando atrás, a la derecha. En estos invernales termina la pista

Cogemos el camino de la derecha, para adentrarnos en los "praos"

Atravesamos un poco de bosque, cuya sombra agradecemos

No sabríamos decir a qué arbusto pertenecen, pero estos colores violeta nos cautivaron

Como gente respetuosa, caminamos en fila india, para no pisar la hierba, aún sin segar

Buscamos la sombra en el mismo cauce del arroyo, para descansar un poco y reponer fuerzas

Seguimos por los "praos"

Pasamos bajo Las Collaíllas. El Picu Corcina al fondo

Miramos atrás para ver el camino recorrido desde Caloca y contemplar los praos por donde subimos

A medida que subimos, el panorama se va ensanchando

La humedad del suelo ofrece espectáculos como éste. Estamos ya en la falda del Bistruey

Cogemos los tramos de camino existentes, hasta que se borran y cada uno debe buscarse la vida

La Peña Dobres, el Valle de Cereceda, el Picu Jano, y los Picos, al fondo

En la cumbre, a 2001 mts.

Toca, lo primero, dar satisfacción al cuerpo

Y después, serenar el espíritu

Bajamos trotando, como los becerros cuando los sueltan al bebedero

Llegando a Las Collaíllas, unos tiraron a la derecha, y otros seguimos por detrás

Contemplamos el panorama, antes de concentrarnos en el descenso

Desde Las Collaíllas, pasando al pie del Corcina

Antes de alejarnos del todo, volvemos la vista atrás. El perfil de ladera del Bistruey muestra la dureza de la subida

Buscando el fondo del valle para reencontrarnos con los praos que nos llevarán a Caloca

Divisando al fondo nuestra meta, sólo nos queda apresurarnos para meter los pies en el pilón de la fuente del pueblo

De Caloca al Bistruey y vuelta, una marcha brava, de verdad.