El circuito se puede convertir en una marcha de ida y vuelta, partiendo desde el cruce a donde llegan las carreteras que vienen de Los Llares y Tordías y volviendo al mismo sitio. Ya no sertía un circuito. O partiendo de ese cruce, hacer una parte del circuito en coche, dejando un coche abajo, en Villasuso, y volver luego, con él, a recoger los dejados arriba, en el cruce, de forma que, andando, sólo se hace una parte. La diferencia está en salvar o no, andando, el desnivel existente desde el fondo del valle y el mencionado cruce. En esta ocasión, nosotros optamos por hacer el circuito completo andando, partiendo desde abajo.
Sábado, 5 de diciembre de 2009. Partimos a las 10 horas de Villasuso. La temperatura es agradable para andar. A medida que cogemos altura, sopla algo de viento, pero poco. No luce el sol. Es día de Sur. Nublado. El asfalto de la carretera no se recalienta. La ascensión es llevadera. Salvamos, así, la mayor parte del desnivel, 550 mts.
En toda la ascensión sólo hay que tener presente una bifurcación, casi al principio, bien indicada, donde nosotros tomamos el camino de la izquierda. Una vez llegado al cruce, dejamos la carretera, cogemos campo a través, a la izquierda, siguiendo, a ratos, unas rodadas, pero guiándonos siempre por el estacado que divide las jurisdicciones locales, pero que, inexplicablemente, se encuentra semidesmantelado, rodando por el suelo, a menudo, las estacas cortadas.
La marcha discurre, a partir de ese momento, cumbreando, por todo el cordal, primero el Cuetu Brenes, después el Picu del Cuervo, la Jayalta, el Cuetu del Agua, para, a partir de ahí, comenzar el descenso. El terreno es campo abierto, en casi todo el camino, subiendo y bajando, sin dificultad, salvo algún trecho de bajada. Y siempre con la referencia del mencionado estacado.
Es, a partir del Cuetu del Agua, desde donde hay que tener clara la orientación. Siempre hay que ir bajando. Y hacia el Norte.
Enseguida nos encontramos con tramos de bosque y brañas cerradas colindantes. La clave está en caminar por el bosque, pero cerca de las brañas, dejando éstas siempre a la derecha. Al final de la braña más grande, a la que habremos accedido por una portilla, nos topamos con un camino que cruza en ambas direcciones, a derecha o izquierda. Nosotros lo cogemos hacia la derecha. Por él llegamos a un descampado cubierto de helechos, con un cruce marcado en medio, optando por la desviación que va hacia la izquierda. Entramos en un camino que, faldeando, va adentrándose por zona de bosque, con abundante barro, hasta llegar a una cuadra, desde donde parte un tramo más ancho, pero no siempre seco, y por el que vamos bajando, ya cerca de Villayuso, el pueblo que está a la entrada del Valle de Cieza. Cruzamos el río y, por la carretera, volvemos a nuestro punto de partida, Villasuso.
De haber cogido el mencionado, en dirección izquierda, el camino que cruza en ambas direcciones, posiblemente hubiéramos acortado el recorrido, yendo a parar a La Rueda, el pequeño barrio en que se encuentra la Casa Consistorial del Ayuntamiento de Cieza. Nosotros no lo tenemos andado.
El recorrido completo resultó ser de 17 kilómetros y medio y el desnivel máximo de 650 mts. con un 7,5% de pendiente media.
Como siempre, antes de regresar, buscamos un lugar donde tomar unas claras y degustar alguna de las perlas culinarias con que nos viene deleitando Mari. En este caso fue una exquisita quesada casera.
Este es el esquema de nuestro recorrido
La carretara arranca al final del pueblo
Una portilla canadiense indica el final del pueblo
Sin grandes repechos, pero siempre hacia arriba
Nos vamos elevando sobre el Valle de Cieza y su impresionante mies
Se va ensanchando el horizonte y aparecen las grandes formaciones. Al Sur y cerca Obios
Al fondo, Ropero, Cordel, Iján del Alto Campóo
Al Oeste, La Sierra de Peña Sagra
Allá al Noroeste, Sierra de Arria y Picos de Europa
Castrovalnera y Montañas Pasiegas al Sur
Porracolina al Sureste, Montes de Ordunte, al fondo
Nos dirigimos al Picu El Cuervo
Arriba del Picu, el Jisu le molestó a alguien, que, seguro, no fue el viento
Echamos la vista sobre el resto del recorrido, hasta El Cuetu del Agua
La hilera de estacas truncadas nos sirven de referencia
Sin coronar el Cuetu, iniciamos el descenso hacia el bosque y las brañas
Descendemos por la braña más grande, la que está más abajo, después de entrar por una portilla
Este es el camino que cogemos en dirección a la derecha
Y esta la referencia si lo coges hacia la izquierda
Una portilla que tenemos que cruzar
Un cruce de caminos, en medio del helechal. Cogemos a la izquierda
Faldeando, vadeamos algún regato, nos adentramos en bosque y pisamos mucho barro
Hasta llegar a esta cuadra, a partir de la cual, el camino se ensancha y despeja
Aunque el barro no desaparece del todo
El camino va mejorando, a medida que nos acercamos al pueblo
Entramos a Villayuso un poco desperdigados y nos queda un kilómetro y medio de carretera
El Río Cieza que da nombre al Valle
Al final, en Villasuso, en un tranquilo bar, "El Chozu", recapitulamos disfrutando de una buena quesada