Domingo 27 de Febrero de 2011.
El día se presenta revuelto. Agua, a ratos, muchas nubes y viento. Para asustar a los indecisos. Se nota en la afluencia de personal. Los de siempre arrancamos.
Pasado Correpoco y la desviación a Los Tojos y Colsa, dejamos el coche, a la izquierda de la carretera de Bárcena Mayor, donde arranca una pista que irá bordeando el Arroyo Juzmeana, y que nos llevará hasta El Moral.
En el día hemos tenido de todo, nubes abundantes, llovizna a ratos, breve granizada, fina, con viento, granicillos que se te clavaban en la cara, como alfileres, y también claros y algo de sol. Un día “completo”.
La pista va acompañando al Arroyo Juzmeana, río arriba, y el fragor del agua, en el fondo del barranco hace de banda sonora, a lo largo del recorrido. Se puede decir que ha sido una jornada en la que el agua ha estado apabullantemente presente. Si añadimos que el camino asciende suavemente y que el sol no “castigaba”, que digamos, el trayecto nos resultó muy llevadero y el paso fue ligero.
La llegada al refugio de la Ermita del Moral, haga el tiempo que haga, siempre es reconfortante. Aprovechamos para comer y reposar un poco y, enseguida, volvemos a la marcha, porque el tiempo no daba garantías de estabilizarse. Antes, al contrario, a poco de iniciar la vuelta de regreso, nos sorprendió la pequeña cellisca mencionada que nos asustó un poco. Pero pasó rápidamente, justo antes de adentrarnos en el bosque que cubre las Colladas y Collugas, y por el que regresamos, hasta el punto de partida, completando, así, un interesante circuito.
Esta segunda parte discurre por caminos de ganado y senderos de monte, sin pérdida posible, aunque hay que tener cuidado al final, al llegar al extremo del cordal, donde el corte es bastante abrupto. La clave está en buscar el tendido eléctrico, acercarse a él y, así, encontrar el camino más cómodo de bajada.
La longitud del circuito es de unos 18 kilómetros y el desnivel a salvar de unos 500 mts.
El día se presenta revuelto. Agua, a ratos, muchas nubes y viento. Para asustar a los indecisos. Se nota en la afluencia de personal. Los de siempre arrancamos.
Pasado Correpoco y la desviación a Los Tojos y Colsa, dejamos el coche, a la izquierda de la carretera de Bárcena Mayor, donde arranca una pista que irá bordeando el Arroyo Juzmeana, y que nos llevará hasta El Moral.
En el día hemos tenido de todo, nubes abundantes, llovizna a ratos, breve granizada, fina, con viento, granicillos que se te clavaban en la cara, como alfileres, y también claros y algo de sol. Un día “completo”.
La pista va acompañando al Arroyo Juzmeana, río arriba, y el fragor del agua, en el fondo del barranco hace de banda sonora, a lo largo del recorrido. Se puede decir que ha sido una jornada en la que el agua ha estado apabullantemente presente. Si añadimos que el camino asciende suavemente y que el sol no “castigaba”, que digamos, el trayecto nos resultó muy llevadero y el paso fue ligero.
La llegada al refugio de la Ermita del Moral, haga el tiempo que haga, siempre es reconfortante. Aprovechamos para comer y reposar un poco y, enseguida, volvemos a la marcha, porque el tiempo no daba garantías de estabilizarse. Antes, al contrario, a poco de iniciar la vuelta de regreso, nos sorprendió la pequeña cellisca mencionada que nos asustó un poco. Pero pasó rápidamente, justo antes de adentrarnos en el bosque que cubre las Colladas y Collugas, y por el que regresamos, hasta el punto de partida, completando, así, un interesante circuito.
Esta segunda parte discurre por caminos de ganado y senderos de monte, sin pérdida posible, aunque hay que tener cuidado al final, al llegar al extremo del cordal, donde el corte es bastante abrupto. La clave está en buscar el tendido eléctrico, acercarse a él y, así, encontrar el camino más cómodo de bajada.
La longitud del circuito es de unos 18 kilómetros y el desnivel a salvar de unos 500 mts.
Esta es la localización de la zona
Viendo el panorama, podíamos esperar de todo
El camino es muy cómodo
A ratos, luce un tímido sol
A medida que ascendemos, y después de esta curva, el bosque termina y el paisaje cambia
Antes de llegar al Moral, vamos a dedicar este cántico gráfico al agua
Y, por fin, la Ermita
Paso a paso, por el monte, se construye la amistad
Y momento "dramático": la cellisca que flagelaba nuestros rostros
Abandonamos la pista y el tiempo se serena. A partir de esta foto, Pedro es el más fotografiado del grupo
El camino alterna, unas veces por medio del bosque...
... y otras, por grandes claros
Volvemos la vista atrás y distinguimos un apiñado Bárcena Mayor
Y, enfrente, al fondo, Los Tojos y Colsa encaramado junto a la peña
Sólo nos queda buscar la bajada, acercándonos al tendido eléctrico
El final del camino está cerca
Entre los árboles, divisamos la pista por la que hemos comenzado. Hemos cerrado el circuito