Domingo, 13 de Marzo de 2011.
Nuestra intención era cerrar un circuito por el que, partiendo de Ozcaba, alcanzaríamos el Alto de los Cabreros y Mediajo Buelna, para bajar a Abellanedo y, por la Venta del Mostajo, volver a Ozcaba. La ruta, sobre el papel, parecía bonita.
Pero, sobre el terreno y en este día, supuso algo de aventura. Aventurilla diríamos, porque, en ningún momento cundió el pánico. Hay quien dice que a este grupo le gusta un poco lo imprevisto, que si no hay niebla, la ponemos nosotros. Pero son leyendas.
No obstante, en esta ocasión hemos sido un poco confiados y, como resultado, la marcha ha resultado movidilla y bastante diferente de la prevista (en el esquema, la línea de puntos).
Llevábamos, como referencia un punto de confluencia de la pista inicial con un estacado a la derecha. Pasados el otro lado del estacado, deberíamos seguirle unos doscientos metros hasta llegar al arranque de un cordal, que parte, en perpendicular a la derecha. Con visibilidad normal no habría habido ninguna pega. Con niebla, sin embargo, se prestaba a equivocaciones.
El punto en que atravesamos el estacado no era el previsto. La apariencia de cordal era eso, apariencia. Todo porque la niebla nos ocultaba las referencias generales. Ni de la brújula nos fiamos. Y dimos una vuelta completa, sin saber que volvíamos a la pista dejada anteriormente, pero en otro punto. Casualmente, al llegar a ella, de nuevo, pasaba un ciclista al que preguntamos y, no sabemos si era porque iba más despistado que nosotros, o porque nos quiso vacilar, lo cierto es que nos indicó la dirección contraria y, como era una pista perfectamente dibujada, nos confiamos y la seguimos.
Ni siquiera reconocimos el Refugio de La Venta Vieja, cuando lo divisamos a lo lejos ni tampoco Sobrecomillas que aparecía, bajo la niebla detrás. Comimos en el refugio y seguimos en la dirección que llevábamos, hasta que, en una vuelta del camino divisamos, abajo, Los Tojos, claramente, y comprendimos que la dirección era equivocada.
Con dolor de corazón decidimos desandar lo andado, porque el coche lo habíamos dejado en Ozcaba.
En resumen, la marcha casi se limitó a andar y desandar la pista que va de Ozcaba a Colsa y los Tojos.
El circuito previsto lo apuntaremos en nuestro debe.
Nuestra intención era cerrar un circuito por el que, partiendo de Ozcaba, alcanzaríamos el Alto de los Cabreros y Mediajo Buelna, para bajar a Abellanedo y, por la Venta del Mostajo, volver a Ozcaba. La ruta, sobre el papel, parecía bonita.
Pero, sobre el terreno y en este día, supuso algo de aventura. Aventurilla diríamos, porque, en ningún momento cundió el pánico. Hay quien dice que a este grupo le gusta un poco lo imprevisto, que si no hay niebla, la ponemos nosotros. Pero son leyendas.
No obstante, en esta ocasión hemos sido un poco confiados y, como resultado, la marcha ha resultado movidilla y bastante diferente de la prevista (en el esquema, la línea de puntos).
Llevábamos, como referencia un punto de confluencia de la pista inicial con un estacado a la derecha. Pasados el otro lado del estacado, deberíamos seguirle unos doscientos metros hasta llegar al arranque de un cordal, que parte, en perpendicular a la derecha. Con visibilidad normal no habría habido ninguna pega. Con niebla, sin embargo, se prestaba a equivocaciones.
El punto en que atravesamos el estacado no era el previsto. La apariencia de cordal era eso, apariencia. Todo porque la niebla nos ocultaba las referencias generales. Ni de la brújula nos fiamos. Y dimos una vuelta completa, sin saber que volvíamos a la pista dejada anteriormente, pero en otro punto. Casualmente, al llegar a ella, de nuevo, pasaba un ciclista al que preguntamos y, no sabemos si era porque iba más despistado que nosotros, o porque nos quiso vacilar, lo cierto es que nos indicó la dirección contraria y, como era una pista perfectamente dibujada, nos confiamos y la seguimos.
Ni siquiera reconocimos el Refugio de La Venta Vieja, cuando lo divisamos a lo lejos ni tampoco Sobrecomillas que aparecía, bajo la niebla detrás. Comimos en el refugio y seguimos en la dirección que llevábamos, hasta que, en una vuelta del camino divisamos, abajo, Los Tojos, claramente, y comprendimos que la dirección era equivocada.
Con dolor de corazón decidimos desandar lo andado, porque el coche lo habíamos dejado en Ozcaba.
En resumen, la marcha casi se limitó a andar y desandar la pista que va de Ozcaba a Colsa y los Tojos.
El circuito previsto lo apuntaremos en nuestro debe.
Esta es la localización de la zona
Y este el esquema de nuestro recorrido
Etos eran nuestros objetivos. La foto es de un día con sol y desde el lado contrario, desde Sobrecomillas
Punto de partida en Ozcaba, a escasos doscientos metros de la C - 625
El primer aviso de niebla, pero sin problemas, por un camino bien definido
Error al tomar este acercamiento del camino al estacado
Pasados al otro lado del estacado, lo bordeamos dócilmente, buscando el cordal a la derecha
Abandonada la pista, el camino ya no es tan definido y la niebla lo borra más aún
Perdemos todas las referencias. Echamos la culpa a que la brújula es de propaganda
Por lo que pueda pasar, dejamos esta constancia
Mal informados por un ciclista, desandamos camino... pero, en dirección contraria a la deseada
Sin más referencia que el propio camino, seguimos... alejándonos de nuestro objetivo
Ni siquiera reconocemos, en un principio, la Venta Vieja y su refugio y, menos aún, Sobrecomillas
Sea como sea, el refugio nos viene que ni pintado para comer y descansar
Una vez reemprendida la marcha, caminamos y caminamos en la misma dirección, hasta que reconocemos, al fondo, las primeras casas de Bárcena Mayor y, un poco más adelante, Los Tojos. Y nos volvemos para no alejarnos más
Un poco más despejado, llegamos al pie del cordal de Los Cabreros y Mediajo Buelna, nuestro objetivo inicial, pero ya no es tiempo de intentarlo
Este era el punto donde deberíamos haber pasado al otro lado del estacado y subir junto a él, para atacar el cordal
Y, por el camino del fondo hubiéramos, de vuelta, culminado el circuito previsto pero, otro día será