Domingo, 11 de Setiembre de 2011.
Reanudamos “el curso” con una marcha asequible para todos y todas, con el fin de que la gente se reenganche o, simplemente, se anime a incorporarse.
Bajar desde Ozcaba hasta el Paulinar, pasando por Braña Espina, es un verdadero paseo.
Este día, nublado, al principio, ayudaba a caminar ligero, por lo que nuestro recorrido lo hicimos con facilidad y rapidez. Paramos en el refugio de la Braña Espina a tomar el obligado tentempié, para seguir, pista abajo y llegar casi al final del recorrido sin haber comido.
Optamos por desviarnos hasta la zona recreativa del Río Cambilla con la idea de comer tranquilamente y relajarnos un poco. Pero, después de nosotros, que fuimos los primeros, empezaron a llegar gente y más gente, con sus perros y vehículos, para celebrar una fiesta familiar, lo que deshizo nuestro plan de tranquilo descanso.
Decidimos entonces marcharnos y acabar en La Miña, en casa de Maxi, lugar donde acostumbramos a hacer fin de fiesta siempre que andamos por los montes de Cabuérniga.
Para completar nuestro recorrido, dejamos un coche cerca del Paulinar y seguimos con los demás hasta casi el Alto de Palombera, hasta una bifurcación a la izquierda señalada como Ozcaba. Nos adentramos por ella y a unos trecientos metros, dejamos los otros coches.
Todo el recorrido lo hacemos por pista, en muy buen estado. Lo único que hay que tener en cuenta es coger el ramal de la izquierda, en una bifurcación que se encuentra a escasos ochocientos metros de donde dejamos los coches. Después de andar unos tres kilómetros por terreno llano, llegamos al refugio de la Braña. A partir de ahí, la pista comienza el descenso, algo más pronunciado, al principio, para después suavizar y llegar al tramo final que es completamente llano, de nuevo.
El recorrido total es de unos trece kilómetros, prácticamente todo él en descenso.
Reanudamos “el curso” con una marcha asequible para todos y todas, con el fin de que la gente se reenganche o, simplemente, se anime a incorporarse.
Bajar desde Ozcaba hasta el Paulinar, pasando por Braña Espina, es un verdadero paseo.
Este día, nublado, al principio, ayudaba a caminar ligero, por lo que nuestro recorrido lo hicimos con facilidad y rapidez. Paramos en el refugio de la Braña Espina a tomar el obligado tentempié, para seguir, pista abajo y llegar casi al final del recorrido sin haber comido.
Optamos por desviarnos hasta la zona recreativa del Río Cambilla con la idea de comer tranquilamente y relajarnos un poco. Pero, después de nosotros, que fuimos los primeros, empezaron a llegar gente y más gente, con sus perros y vehículos, para celebrar una fiesta familiar, lo que deshizo nuestro plan de tranquilo descanso.
Decidimos entonces marcharnos y acabar en La Miña, en casa de Maxi, lugar donde acostumbramos a hacer fin de fiesta siempre que andamos por los montes de Cabuérniga.
Para completar nuestro recorrido, dejamos un coche cerca del Paulinar y seguimos con los demás hasta casi el Alto de Palombera, hasta una bifurcación a la izquierda señalada como Ozcaba. Nos adentramos por ella y a unos trecientos metros, dejamos los otros coches.
Todo el recorrido lo hacemos por pista, en muy buen estado. Lo único que hay que tener en cuenta es coger el ramal de la izquierda, en una bifurcación que se encuentra a escasos ochocientos metros de donde dejamos los coches. Después de andar unos tres kilómetros por terreno llano, llegamos al refugio de la Braña. A partir de ahí, la pista comienza el descenso, algo más pronunciado, al principio, para después suavizar y llegar al tramo final que es completamente llano, de nuevo.
El recorrido total es de unos trece kilómetros, prácticamente todo él en descenso.
Esta es la localización de la zona
Y este el esquema de nuestro recorrido
La desviación a la izquierda reseñada
El refugio de Braña Espina
Dejamos el refugio. La Braña ofrece un aspecto bastante abandonado
Comenzamos en descenso
Alguna revuelta al principio
Y ésta es la tónica general
No somos el tren pero nos ve pasar con el mismo asombro
Buena temperatura, piso en buenas condiciones, marcha agradable
Hidroterapia mediante el trasvase de energías naturales
El Arroyo Cambilla
La zona recreativa
En nuestro refugio particular de La Miña, Mari ejerce de auténtica anfitriona
Al final, el sol acompaña nuestra foto de despedida