Domingo, 1 de Abril de 2012.
Acercarnos al Pozo La Arbencia se está convirtiendo, en nosotros, en un rito. Y hacerlo, además, en invierno, que es cuando los ríos bajan a reventar y el espectáculo de las cascadas es imponente.
Para la descripción de esta ruta nos remitimos a la hecha en la entrada, en este mismo blog, de 3 de Abril de 2011.
Las incidencias, en este caso, apenas las hay reseñables, salvo que, durante parte del trayecto, nos dividimos, dejándonos llevar por la inercia de los distintos senderos que surcan la ladera. Pero fue momentáneo. En realidad, no había pérdida, conocíamos el terreno y nos reagrupamos fácilmente y en el momento oportuno. Y, lo más destacable, el resbalón y consiguiente mojadura de alguno de nosotros al vadear el río para acceder al pie de las dos cascadas.
Acercarnos al Pozo La Arbencia se está convirtiendo, en nosotros, en un rito. Y hacerlo, además, en invierno, que es cuando los ríos bajan a reventar y el espectáculo de las cascadas es imponente.
Para la descripción de esta ruta nos remitimos a la hecha en la entrada, en este mismo blog, de 3 de Abril de 2011.
Las incidencias, en este caso, apenas las hay reseñables, salvo que, durante parte del trayecto, nos dividimos, dejándonos llevar por la inercia de los distintos senderos que surcan la ladera. Pero fue momentáneo. En realidad, no había pérdida, conocíamos el terreno y nos reagrupamos fácilmente y en el momento oportuno. Y, lo más destacable, el resbalón y consiguiente mojadura de alguno de nosotros al vadear el río para acceder al pie de las dos cascadas.
Esta es la localización de la zona
Y este el esquema de nuestro recorrido
Esta es la primera bifurcación que hay que tener en cuenta. Cogemos la de la derecha
El objetivo es remontar hasta llegar a lo alto de la loma, por donde discurre un estacado
Por el camino o campo a través, el ascenso es cómodo y placentero
Franqueamos el estacado por el sitio adecuado. Al fondo, a la derecha, el camino de Pagüenzo
Ascendemos hacia el Collado de Pagüenzo
En verano, la sombra será un aliado, pero los ríos bajarán con menos agua
Desde Pagüenzo, descendemos hacia La Valleja
Donde se encuentra esta coqueta y minúscula cabaña, no hace mucho, restaurada
Suavemente, a media ladera, bajamos hacia el cauce del río Hormigas
Paramos para ver por dónde viene el resto del grupo que se ha separado de nosotros
Varios regatos vierten sus aguas al río principal
Una vez reagrupados, bajamos directamente al fondo, donde confluyen los dos ríos: El Hormigas y El Fuentes
El contraluz da cierto tinte de misterio a este rincón
El Fuentes vierte con fuerza sobre el Pozo
El Hormigas nos deja extasiados, por momentos
¡Buen marco para un recuerdo!
Seguro que volveremos cada año.
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