Domingo, 3 de Junio de 2012.
Día de Anjanas, Trentís y Trastolillos.
Sabíamos que el día iba a ofrecer pocas posibilidades de disfrutar del paisaje, aunque abrigábamos algunas esperanzas de que, en las horas centrales del día, la llovizna y la niebla nos iban a dar un respiro. Pero no fue así. Por eso, más que disfrutar del paisaje, disfrutamos de la impresionante frondosidad del bosque, de su verdor y, también de su misterio y de algunos detalles.
La ruta comienza en el punto kilométrico 28 de la C-625, donde hay un pequeño aparcamiento y de donde parte la pista que lleva hasta la Braña de Bucierca, el Collado de Brañalengua y comunica esta parte del Valle del Saja con el de Tudanca.
La pista va curveándo por el bosque, hasta llegar justo al Refugio de Bucierca, punto en que se abre el paisaje, dando paso a zona de pastizales. Hasta el refugio no paramos para tomar un poco de refrigerio, pues antes no había condiciones para sentarse un poco y descansar.
En el refugio, parte del grupo decide continuar con el itinerario previsto, al menos, llegar hasta el Refugio que algunos llaman de Tudanca, si bien la niebla reinante nos haría desistir de culminarlo en la cumbre del Picu Fonfría. Llegamos sólo hasta el refugio, pero mereció la pena pues pudimos comprobar, sorprendidos, que siendo un refugio rústico y pequeño, está bien cuidado y dotado de todo lo necesario, lo cual no suele ser habitual.
El recorrido total fue de unos 16 kms. salvando un desnivel de 680 mts. aproximadamente.
Iniciamos la marcha bajo una suave llovizna que nos aompañará casi todo el día
Inmediatamente la fuerza vital del bosque nos rodea
Y, en medio de tanta energía, el misterioso ambiente de las nieblas dominando el ambiente
La fuerza y el vigor de la naturaleza se muestra de muchas formas
Alternamos con algunos claros en el bosque de galería
Nos dejamos empapar de todos los verdes que inundan el ambiente
Nuestro caminar es pausado, al compás de la serenidad que nos rodea
Una vez en la Braña, salimos del refugio para encaminarnos a Fonfría
Encontraremos varios bebederos de abundante y fresca agua
A falta de amplios panoramas, nos deleitamos con detalles como éste
Al llegar a un segundo bebedero dejamos la pista para seguir, a la izquierda, unas rodadas sobre el pastizal
Convencidos de que las rodadas nos llevarían a un lugar frecuentado, llegamos al llamado Refugio de Tudanca...
... una edificación rústica, que está en fase de ampliación...
... pero que tiene todos los detalles imaginables en su interior
Hacemos el ejercicio "de tomar las medidas", sobre el terreno, de cara a una futura pernoctación en él
Algunos detalles de su equipamiento
De vuelta, comemos en el Refugio de Bucierca, en donde hemos encontrado la chimenea encendida, lo que agradecemos
Nos cuesta despedirnos del refugio y volver a encararnos con el ambiente exterior
Brumas y bosque, en misteriosa conversación, guardan silencio a nuestro paso
Lentamente y con paso sigiloso intentamos perturbar lo menos posible la placidez del bosque
Pasamos a hurtadillas junto a sus rincones umbrosos
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